Lo que ofrecía un burdel de muñecas

  • 14 septiembre, 2018

Luego de usar cualquier juguete para adultos, es importante limpiarlo y lavarlo a fondo para evitar el contagio de todo tipo de infecciones, más aún cuando el juguete en cuestión es una muñeca de placer, y con mayor razón si ha sido utilizada por diferentes personas en un solo día. Y al parecer esto fue lo que falló en la operación de un burdel que alquilaba muñecas a sus clientes: la limpieza.

El lugar ofrecía ocho habitaciones equipadas con cama, baño y televisor que transmitía películas pornográficas, además de las muñecas de silicona, bien realistas, que los clientes utilizaban para su propio placer.

Los clientes de LumiDolls Torino, en Italia, podían elegir entre siete modelos de muñecas diferentes, con atuendos distintos, color de piel, ojos y cabello diferentes. Incluso podían optar por un muñeco masculino con un pene ajustable cuya longitud varía de las cinco a las siete pulgadas, según el gusto del cliente.

Por un pago de $93, los visitantes del lugar podían usar las muñecas a su antojo por media hora y experimentar con ellas prácticamente todas las posiciones del Kamasutra, según la publicidad del lugar.

Las reservaciones del burdel estaban hasta el tope y sus clientes provenían de diferentes lugares de Italia. Además el lugar estaba cerrado por la noche y aceptaba reservaciones en grupos.

LumiDolls Torino fue allanado por la policía local ante la sospecha de que las muñecas no eran limpiadas a fondo, al menos por dos horas después de cada uso, además de quebrar la ley de alquileres del país.

Cada muñeca cuesta alrededor de $2,300. En Italia, los burdeles con servidoras son ilegales. LumiDolls es una compañía que ofrece franquicias de burdeles con muñecas de placer en ciudades como Moscú y Barcelona.