Un padre quiso investigar que pasaba en casa cuando no estaba y descubrió que sus menores hijos (14 y 11 años) eran adictos al sexo.
Este es el caso de Rob Kirk, un policía de 37 años, quien decidió instalar cámaras de seguridad en su casa y quedó impactado al ver las grabaciones.
El hombre decidió participar en el programa “Espiando a mi familia”, un reality de la televisión de Reino Unido que consiste en poner cámaras por toda la casa excepto en los baños para saber qué hace cada miembro de su familia.
Ya que Kirk vive con su esposa Donna y sus 4 hijos dio por entendido que los pequeños se distraían en actividades comunes para su edad pero las imágenes le demostraron que estaba equivocado.
Grande fue su sorpresa al enterarse que los menores: Chloe, de 17 años, Ryan, de 14, George (11) y Poppy, de nueve, quienes lucen educados y tranquilos se divertían viendo pornografía o comentando mensajes obscenos en perfiles de mujeres.
Durante la revisión de las imágenes, Ryan descubrió que el niño de 14 pasaba la mayor parte de su tiempo viendo revistas y fotos de mujeres semidesnudas en atrevidas poses además el menor se autodefine como un “maníaco del sexo”.
Pero cuando el policía de Chelmsford pensó que su problema terminaba allí descubrió que el pequeño de 11 años se divertía mirando pornografía en su celular y además seguía cuentas de diversas mujeres en Instagram a quienes escribía de vez en cuando.
“Yo sospechaba que Ryan, que tiene 14, podría estar en la edad en la que este tipo de cosas pasan. Pero, ¿de George? Tiene 11, es callado. Pero tiene estas imágenes en su celular también. Seguía a una mujer en Instagram que ni siquiera vive en este país”, dijo preocupado.
“Nunca pensé que estarían en el camino a convertirse en el tipo de hombre que cree que hacer comentarios sexistas está bien, o que manosear a una mujer está bien. Nuestros chicos nunca iban a hacer así”, sentenció el padre.